De brazos cruzados en el Consejo. Pucho Boedo. El ojo injertado por un plato de calamares. Fenomenal reinterpretación de «El Partido con paredes de vidrio», pues mucho aprendimos de Cuba.
Sobremesa tranquila. Colosal conocimiento refrendado por jueces, traficantes, repartidores de pizza. Saber estar muy de aquí con la dosis exacta de cosmopolitismo. Los Sírex. Los gozos y las sombras.
La diplomacia, el debate, las picotas, las tiritas, la superficie de todas las cosas. Unas amebas engullen poco a poco la melena de una medusa. Quedémonos estetas. Importante.
Izquierdistas en la lona, sacaúntos, inspectores, amaviscas, rotativas, cuervos. Hagan juego. Estriñan sus lenguas hasta que la última palabra sacuda el suelo.